Consejos para desarrollar la resilencia

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¿Que es la resiliencia? 

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En muchas ocasiones hemos escuchado sobre la importancia de este concepto, sobre a resiliencia, pero, ¿qué significa?

La resilencia  es la capacidad de enfrentar situaciones adversas, superar obstáculos y adaptarse positivamente a circunstancias difíciles. Implica no solo resistir la presión, sino también aprender y crecer a partir de las experiencias desafiantes. 

Ser resiliente significa mantener la fortaleza emocional y mental para afrontar las adversidades con flexibilidad, buscando oportunidades de crecimiento y desarrollo personal incluso en momentos difíciles. 

Es como un proceso de renovación interior que nos permite recuperarnos y seguir adelante, construyendo una mayor resistencia ante futuros 


Porque es importante la resiliencia en el plano laboral


La resiliencia es crucial en el ámbito laboral porque ayuda a los individuos a enfrentar y superar las presiones y desafíos inherentes al entorno profesional. 


En el mundo laboral, donde la incertidumbre, los cambios constantes y la presión son comunes, la resiliencia actúa como un recurso invaluable. 


Los profesionales resilientes son capaces de adaptarse a cambios rápidos, manejar el estrés y superar fracasos sin perder la motivación. 


Además, la resiliencia fomenta la capacidad de aprender de experiencias negativas, promoviendo un desarrollo continuo. 


En un entorno laboral dinámico, la resiliencia no solo contribuye al bienestar emocional de los individuos, sino que también potencia su capacidad para liderar equipos, resolver problemas y mantener un rendimiento efectivo, construyendo una fuerza interior que mejora la calidad de trabajo y la productividad.


Consejos para desarrollar la resilencia

No temas expresar tu opinión, incluso si las personas tienen un punto de vista opuesto. Formula preguntas y escucha las respuestas.


Tómate un respiro. Cuando algo malo sucede en tu vida, el estrés de lo que estás atravesando puede agudizar las tensiones cotidianas.


Haz de tu habitación o departamento una “zona de tranquilidad”. Esto no significa que nadie pueda entrar sino que el hogar debe ser un refugio libre de estrés y ansiedad.


En períodos de mucho estrés, planifica una rutina y cúmplela.


Asegúrate de cuidarte física, mental y espiritualmente. También asegúrate de dormir. Si no lo haces, puedes estar más malhumorado y nervioso en un momento en que necesitas estar animado.


Los malos momentos nos hacen sentir fuera de control, recupera parte de ese control tomando una acción decisiva.


Exprésate. La tragedia puede provocar una serie de emociones conflictivas, pero a veces, es simplemente muy difícil hablar con alguien sobre lo que sientes.


Ayuda a otros. Nada libera más tu mente de los problemas que resolver los problemas de otros.


Lo mismo que a ti te estresa puede ser de lo que todos están hablando ahora; pero a la larga, las cosas cambian y los malos momentos terminan.


Intenta limitar la cantidad de noticias que ves, ya sea en televisión, diarios o revistas, o Internet.


La resilencia es un camino y cada persona se tomará su propio tiempo para recorrerlo y puede ayudarte a ser una de esas personas que salen a flote o tienen capacidad de recuperación.


Bebe de la fuente cuando tenga agua, no cuando tengas sed.

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